top of page
Buscar
  • Foto del escritorLeopoldo Silberman

Mi papá

Cuando mi papá falleció yo tenía 22 años.


En la imagen estamos sentados afuera del Planet Hollywood de Acapulco. Mi papá había querido visitar el puerto por última vez y estuvimos con él ese diciembre nosotros, mi tía Hilda, mi tío Julio y mis primos. Me acuerdo que se sentaba en el balcón hacia la tarde y sólo miraba.

Unas semanas (si acaso mes y medio) después, falleció. Tenía 43.


Hoy en día, que me acerco a pasos agigantados a su edad y noto que cada vez nos parecemos más: la voz, la mirada, la forma de andar, las entradas del cabello, la barba. Años y años, en mi inmadurez, ansiaba no parecerme a él. ¿Yo? ¿Barba? ¡Jamás! decía. Llevo mucho tiempo usándola. Incluso suelo decir casi todos los días alguna frase que decía o algún refrán que utilizaba. Y seguramente (porque es mi padre) comenzaré a hacer lo que él hacía: contar una y otra vez la misma historia, la memoria de un sitio, la anécdota sobre una persona.


Mi abuelo también lo hacía, por cierto.


La genética de los Silberman es dominante, lo sé. Y si bien por muchos años intenté desviarme del inevitable destino de parecerme a él, hoy lo entiendo, lo acepto y lo agradezco. Ojalá la vida me permita ser tan trabajador como él, tan aventado (yo estoy comenzando a ser padre a los 39, él lo hizo a los 20) y sobre todo, que me permita querer a la Almendrita tanto como él nos quiso pues, ahora lo sé, con todo y sus defectos y virtudes, nos quiso (a mí, a Vanessa y a mi mamá) mucho, muchísimo…


Feliz día, papá. Te amo. ¿Alguna vez pude decírtelo?




22 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
Publicar: Blog2_Post
bottom of page