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HÉROE

  • Foto del escritor: Leopoldo Silberman
    Leopoldo Silberman
  • 28 jun 2020
  • 2 Min. de lectura

Siempre quise ser un héroe de una novela de aventuras. No un héroe de acción, no un experto golpeador de matones ni un estupendo tirador. Tampoco un ninja y mucho menos un vaquero. Yo quería ser un héroe de una novela de aventuras. Por eso, mientras que mis amigos enloquecían con Chuck Norris o Steven Seagal, yo quería ser como Indiana Jones. Mientras que ellos jugaban a ser Luke Skywalker, yo quería ser Allan Quatermain. Por eso no me emocionaba ir al cine a ver al tibio de Superman, pero sí corrí a ver Jurassic Park. Y creo que en realidad lo que me motivaba era que el héroe aventurero no estaba todo el tiempo pensando en la aventura: tenía vida propia. Indiana Jones incluso daba clases y vestía saquito de parches en los codos; era famoso por su inteligencia y realmente pocos se enteraban de sus aventuras.

El héroe de acción siempre está listo para los madrazos. Siempre está a las vivas (como Jason Bourne, sentado en la esquina del local esperando que algo, algo, lo que sea, salga mal). Yo me pregunto: ¡¿qué vida es esa?!  A ver, ¿qué oportunidad tiene Batman de ir al cine sin estar al pendiente del batiteléfono rojo o de la batiseñal que alumbra la ciudad como mueblería en descuento? ¿Puede acaso salir Clark Kent sin tener que llevar consigo su traje elástico con todo y capa? ¿No suda acaso? Y qué decir de los héroes del cine encarnados por Bruce Willis, Sylvester Stallone, Arnold, Chuck, Mel, Steven, Jean-Claude y todos los demás que ahora hasta salen juntos en las pelis? No acaso deben terminar viviendo solos en un paraje alejado del mundo para evitar que alguien dañe a sus seres queridos. Además, imagino que les han de cobrar mucho en multas de tránsito y daños a inmuebles gubernamentales. Por eso, eso de volverse arqueólogo, paleontólogo, historiador o caza fortunas tiene mayores momentos de satisfacción, una vida plena llena de tiempos de ocio y comidas con miles de kilocalorías y, ¿por qué no?, la oportunidad de tener una existencia llena de emocionantes aventuras. Como aquel que halló una puerta secreta en el viejo inmueble que estaba investigando…



Publicado originalmente en LetrasExplícitas.mx, Agosto 26 de 2013.

 
 
 

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